5 consejos para mejorar tus habilidades de redacción técnica
¿Alguna vez te has leído un manual de instrucciones, una guía de montaje o un tutorial de un producto? Si la respuesta es afirmativa, habrás leído contenido creado por redactores técnicos. La redacción técnica es el arte de escribir instrucciones o documentar procesos. El material no está pensado para que sea creativo o entretenido, su función es dar información clara y concisa al lector. Tener grandes habilidades de redacción técnica es una aptitud crucial para los diseñadores instruccionales ya que, gran parte de su trabajo es la de transmitir información, a veces técnica, a los alumnos de una forma sencilla de seguir y entender.
Vamos a echarle un vistazo a un par de consejos prácticos que puedes aplicar en tu próximo proyecto de redacción técnica.
Céntrate en las tareas
Una forma de asegurar que tu redacción sea fácil de seguir y se focalice en la acción es centrarte en las tareas. Si eres un diseñador instruccional experimentado, probablemente estarás familiarizado con el análisis de tareas. Además de realizar un análisis de tareas exhaustivo, tendrías que procurar añadir un verbo de acción en cada oración. También es una buena idea centrarte en los verbos activos en vez de los pasivos; los verbos activos son más claros y precisos, y generalmente tienden a frases más cortas y concisas.
No lo hagas personal
Hay algunas formas que evitan convertir tu redacción en algo personal. Primero, abstente de escribir en primera o segunda persona. Esto significa evitar el uso de los términos “yo”, “tu”, “nosotros”, etc. en tu redacción.
Por ejemplo, en vez de escribir:
Después tendrás que hacer clic al botón de comentarios y añadir los tuyos.
Escribe algo así:
– Cliquea la casilla de comentarios
– Añade el comentario
¿Ves cómo el segundo ejemplo es mucho más directo? Además, lo hemos separado en dos frases breves las cuáles cada una empieza con un verbo de acción.
Otra forma de evitar que el contenido de tu redacción sea muy personal es intentar no usar nombres específicos.
Por ejemplo, en vez de escribir:
Envía un correo a María García del departamento de marketing.
Escribe algo así:
Envía el correo al director de marketing.
Esto te ayuda a asegurarte que tus redacciones no se desfasen muy pronto, por ejemplo, si María deja la compañía o cambia de departamento.
Sé claro y conciso
Una parte importante para asegurarte que tus materiales son sencillos de seguir es ser lo más claro y conciso posible. Deshazte de cualquier cosa innecesaria, descriptiva o palabras subjetivas. Sé detallado y específico y no permitas que tus alumnos tengan preguntas acerca de las instrucciones que les has dado.
Usa elementos visuales
Todos conocemos la expresión: una imagen vale más que mil palabras. A veces puede ser difícil explicar un concepto o una idea con palabras. En estos casos, incorporar un gráfico, una foto, un diagrama o cualquier otro tipo de elemento visual que pueda ayudarte a que la información sea más entendible. Una vez dicho esto, mantén en tu cabeza que no debes usar demasiados elementos visuales porqué pueden quedarse obsoletas rápidamente (especialmente las capturas de pantalla de sistemas de software o aplicaciones) y necesitar futuras actualizaciones.
Dale formato a tu texto
Dar un cierto formato a tu material puede tener un gran impacto en la legibilidad. Usar listas de puntos, títulos, tablas o márgenes le hará más fácil al alumno echarle un ojo al material y encontrar aquello que necesita. Antes de que publiques tus materiales de redacción, échale un vistazo en cómo se ve el formato de tu texto para que parezca más organizado.
Estos son solo algunos de los consejos que puedes seguir para mejorar tus habilidades en redacción técnica. Recuerda: el objetivo es hacer instrucciones lo más claras y fáciles de seguir como sea posible.
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Texto original: Articulate
Traducción y adaptación: Actua Solutions