El rol de las imágenes en el eLearning
Las imágenes suelen ser subestimadas en la mayoría de los cursos eLearning. Gran parte de la información que procesamos llega a nosotros a través de nuestra corteza visual. Se estima que el 93% de la información que comunicamos se obtiene a través de estímulos o mensajes no verbales. Según Mike Parkinson, la información visual se procesa unas 60.000 veces más rápido que la información de texto. Este dato hace justicia a ese viejo dicho que dice, «Una imagen vale más que 1.000 palabras.»
Mental
Es muy útil tener una representación gráfica del concepto que tratas de integrar y asociar. Una imagen ancla un concepto de una manera que las palabras a menudo no pueden. Mientras que el texto te obliga a crear una imagen en tu cerebro a partir de cero, la introducción de una imagen nos da un punto de partida, nos muestra un concepto tangible que puede ser captado al instante y estudiado más a fondo a través de texto o audio.
Debido a muchas de las razones anteriores, una buena imagen también puede aumentar la comprensión y el recuerdo en un estudiante. En lugar de tratar de recordar una imagen borrosa que se produce en su mente, simplemente pueden llamar a esa imagen tangible que han visto físicamente y que no tuvieron que fabricar ellos mismos.
Emotivo
Un gran periodista podrá contarte una historia pero sin una imagen le faltará ese punch que podría tener. Por ejemplo, si tuviéramos que describir un desastre natural que ocurrió en algún país lejano, podrías estar muy sorprendido por mi relato. Sin embargo, no sería tan real para ti como si te mostrara una foto de los escombros, heridos y el entorno de la devastación.
Del mismo modo, podría tratar de decirte lo mucho que me encantan mis nuevos cachorros y lo preciosos que son, pero no tendría el mismo impacto hasta no te mostrara esta foto…
¿Con qué rapidez te has emocionado? ¿Cuánto tiempo tardarás en decir «ayyyyyy»? Al instante, ¿verdad?
Descansos en el Texto
Por último, las imágenes en el eLearning también sirven maravillosamente para romper el texto y dar al ojo una oportunidad de descansar. Cuando lees, tus ojos escanean una gran cantidad de palabras tratando de comprimir cada concepto en la información. Si se hace por una cantidad de tiempo prolongado, puede ser agotador. Pero agregar algunas fotos periódicamente, romper el texto en trozos manejables y recompensar con una especie de postre visual al haber digerido más fácilmente la información, aumentará mucho el nivel de comprensión y asentamiento de la información.
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¡Buen provecho!
