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Cuándo hacer cuestionarios en mis cursos eLearning

22 de diciembre de 2015
4 min

A menudo, los nuevos desarrolladores de e-learning se preguntan: «¿Cuándo es el mejor momento para utilizar los cuestionarios en mi curso online?» Repetiremos lo que algunos gurús del e-learning dicen sobre los cuestionarios: «¡Pregunta pronto y pregunta a menudo!» Si bien es beneficioso hacer las pruebas al final de un módulo o unidad, hay muchas oportunidades para hacer un buen uso de los cuestionarios.

 

Hay tres grandes momentos y formas para utilizar cuestionarios en tus cursos online:

 

1. Evaluar los conocimientos de tus empleados/alumnos al final de un curso.

 

El primer momento, y el más obvio, de utilizar una prueba es al final de un módulo de formación. Tradicionalmente, los creadores de los cursos agregaban los cuestionarios al final de un módulo. Sin embargo, es importante señalar que los cuestionarios sólo solo sirven para ayudarte a valorar la comprensión que tienen los empleados/alumnis de los contenidos presentados en el curso. Si estás tratando de valorar la capacidad del empleado para llevar a cabo una conducta o acción, tendrás que probar un método diferente de evaluación.

Regla general: Si los objetivos del curso son de cambios de comportamiento (por ejemplo, ayudar a tus empleados a responder a los clientes con empatía), un cuestionario probablemente no es la mejor herramienta de evaluación.

 

2. Evaluar los conocimientos de tus empleados antes del curso.

 

Puede parecer contradictorio, pero a veces funciona muy bien hacer una prueba antes de empezar la formación. Un cuestionario es una gran manera de dar a tus empleados/alumnos una pista de lo que está por venir. Les ayuda a concentrarse. Si ven que la prueba es difícil, sabrán que tendrán que trabajar duro para aprenderse el material. También puede despertar su interés y curiosidad por el contenido.

Puedes utilizar los cuestionarios para comparar cuánto sabían tus alumnos antes del curso y cuánto sabrán cuando lo terminen. Esto te ayudará no sólo medir cuánto conocimiento han adquirido tus alumnos, sino también tu capacidad de enseñanza. ¿Cómo vas a saber que tus alumnos han adquirido nuevos conocimientos simplemente haciéndoles una prueba al final del curso? ¿Y si ya sabían todo este contenido? La última razón por la cual haría una prueba antes del curso es para evaluar al alumno, porque si ya sabe el material, no hay necesidad de obligarlo a hacerlo. Por supuesto, puede haber razones regulatorias o jurídicas que obliguen al alumno a tomar el curso, pero si no así, es una buena idea dejar que demuestre sus conocimientos y que siga adelante.

 

3. Evaluar los conocimientos de tus empleados/alumnos a lo largo del curso.

 

Un cuestionario puede servirte como un guardián durante todo el curso. Por ejemplo, hacerles un cuestionario después de presentarles un buen trozo de información. Puede ser una sola pregunta o múltiples preguntas. Esto te ayudará a valorar si han entendido, o no, lo que les acabas de enseñar, a la vez que refuerzas las ideas principales de esa sección. Si pasan la prueba, les permites seguir avanzando. Si no entendieron el material, puedes enviarlos hacia atrás para que revisen el material nuevamente y vuelvan a intentarlo.

En conclusión, nunca hay un mal momento para hacer preguntas a tus alumnos. Hay tantas buenas razones para hacer preguntas a tus empleados y cuestionarios para servir a distintos propósitos. La clave es tener muy claro porqué estás haciendo el cuestionario. Si lo haces, encontrarás que las pruebas son mucho más que una simple prueba.

 

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Texto original: Articulate

Traducción y adaptación: Actua Solutions